martes, 1 de febrero de 2011

Ruta a Lastres

Con gran ilusión veníamos programando esta salida, al calor de la serie de televisión que basa sus exteriores en este precioso y turístico pueblo Asturiano, al que cambia su nombre por San Martín del Sella para adaptar su guión. Preparamos la quedada en el lugar habitual. Después de la correspondiente espera y la llegada de la totalidad de la cuadrilla, con el olor del exquisito café que nos habían servido, procedemos al arranque de nuestras máquinas, el ruido de los escapes, el cierre de los cascos, invitan a subir la adrenalina. Con la imaginación puesta en el mapa comenzamos a rodar en dirección a la carretera de circunvalación de Campoo que nos llevará a tomar la antigua carretera N-611

Rebasamos el pueblo de Cañeda y enseguida nos encontramos con la caída hacia el Puente de las hachas, pues bien parece tal, la pendiente en el descenso que por esta maravillosa carretera nos llevará a las Hoces de Bárcena donde la erosión del río Besaya nos ha dejado un bello paisaje, que la atención a las innumerables curvas nos priva de su contemplación pero que lo compensa el pilotaje de nuestras máquinas por el laberinto de esta carretera, que nos da un descanso y la posibilidad de contemplar el paisaje cuando nos deslizamos, frente a Molledo Portolin que dejamos a nuestra izquierda, para continuar hasta las inmediaciones de Arenas de Iguña, donde entraremos en la zona de curvas de la llamada Media Hoz, que nos llevará hasta los Corrales de Buelna, utilizaremos la autopista para evitar el paso por en centro de la ciudad De nuevo en la N-611 pasamos junto a las Caldas de Besaya, para llegados a Riocorvo, pueblo declarado de Interés Cultural como Conjunto Histórico, sus casonas blasonadas de estilo barroco de los siglos XVII y XVIII merecen una visita, cosa que nosotros no hacemos en esta ocasión debido a lo extenso del viaje. Dejamos este hermoso pueblo e inmediatamente asumimos la subida a San Cipriano, Revilla lo hace en albarcas y nosotros en dos ruedas que también tiene su mérito.
Atravesamos el precioso valle de Ibio para llegar a Cabezón de la Sal, ciudad que debe su nombre a la medida "cabezón" que se utilizaba en la época romana para medir la sal, ( de la sal) que fue fuente de riqueza en ese periodo por las minas de este producto.
Hay otras versiones sobre el origen del nombre pero siempre esta me ha parecido más folclórica, así que casi la he tomado como norma de fe.
Continuamos nuestra marcha,  atravesamos San Vicente de la.Barquera, para carretera adelante parar para hacer un descanso y tomar un café.

Después del  ligero descanso, y con ansias de emprender la ruta, nos ponemos en carretera y dejando a nuestras espaldas Pesues, Unquera, La Franca en fin todos estos pueblos que jalonan el fantástico y bravo litoral Asturiano que tenemos la suerte de ir admirando hasta que al llegar a Llanes, tomamos la decisión de incorporarnos a la autopista debido a la cantidad de turismo que se concentra en este bello pueblo costero y que dificultaba nuestro paso.
 Pasado el tramo de autopista ponemos las máquinas rumbo a Ribadesella donde la parada se nos hace obligatoria y entre sus gaviotas y turistas decidimos darnos otro reposo y tomar unas cervezas.


Abandonamos este bello pueblo turístico y pesquero, Ribesella en Asturiano, famoso por el Descenso Internacional del Sella que se celebra el primer sábado del mes de Agosto después del día 2. Acompañados del rugido de nuestras monturas afrontamos la sinuosa calzada que nos llevará a Colunga, capital del concejo del mismo nombre. Siguiendo la carretera siempre al lado del mar llegaremos a nuestro objetivo, Lastres, esta preciosa parroquia y villa marinera que como decía al principio se ha hecho muy popular debido al rodaje de la serie de televisión  Doctor Mateo.
 Conseguido nuestro propósito, nos dedicamos a admirar las emblemáticas y preciosas vistas del pueblo, hasta que alguien recuerda la necesidad de comer, y ahí, sí que nos apuntamos todos con rapidez, y así decidimos buscar restaurante. Elegimos uno en el puerto al lado del lugar donde previamente habías aparcado las motos y nos dispusimos a saciar nuestros estómagos cuyos receptores nerviosos ya enviaban señales al cerebro de que se encontraban vacíos.

Entre bromas y comentarios de las peripecias del viaje, dimos buena cuenta de las viandas, y en la sobremesa continuamos reprogramando el resto del viaje. Se trataba de hacer el retorno por otra ruta por algunos lugares que nos eran desconocidos y por tanto ignorabamos el estado de la calzada y su configuración, así entre especulaciones y propuestas, abonamos la cuenta, levantamos la mesa y nos dispusimos a continuar viaje, no sin antes hacer unas fotografías del grupo como recuerdo de este pasaje.

Decidimos volver sobre nuestros pasos o mejor sobre nuestras rodadas hasta pasado Colunga donde en la rotonda tomamos la dirección hacia Arriondas, a los pocos kilómetros por una carretera un tanto angosta y plagada de curvas que hacen nuestras delicias, iniciamos la subida al Mirador del Fitu.
 Después de una buena pilotada por esta preciosa carretera para la practica del motociclismo, llegamos al aparcamiento del Mirador, dejamos descansando nuestros vehículos y nos disponemos a admirar las maravillosas vistas que se pueden contemplar desde este lugar.

Hechizados por el lugar y después de plasmar en fotografías lo que nuestros ojos contemplaban decidimos emprender el descenso hacia Arriondas, así que bajamos en busca de nuestras monturas que ya estarían  recuperadas del sofocón de la subida, arrancamos y nos dispusimos a bajar el puerto, es una maravilla con numerosísimas curvas que no te dan tiempo para la distracción y que entrañan cierto peligro. Durante la bajada nos encontramos con un accidente en el que estaban implicados dos coches, y en algunas curvas encontramos algunas vacas y caballos, algo propio de estas zonas donde se encuentran pastando en semi-libertad estos animales. Seguimos con el recital de curvas que nos ponen a los pies de Arriondas, les Arriondes para los Asturianos, preciosa villa que ha visto incrementado el turismo debido a la  fama obtenida por ser  la salida de las piraguas del Descenso Internacional del Sella.
Ha llegado la hora de llenar los depósitos y hacemos la correspondiente parada en esta población, para después llegar hasta Cangas de Onis

Después de pasar por el Puenton, también llamado puente Romano, aunque su construcción es de la edad media y se hizo durante el reinado de Alfonso XI de Castilla y León.
Abandonamos Cangues d'Onís que fué capital del reino de Asturias y seguimos ruta dejando a nuestra derecha Covadonga ponemos rumbo a Arenas de Cabrales, lugar donde tenemos pensado descansar un rato y tomar una cerveza, en el camino encontramos el Pozo de la Oración en el mirador del Pico Urriellu, Naranjo de Bulnes para nosotros.
Cayendo la tarde continuamos viaje hacia Panes acompañamos entre curvas al río Cares hasta que en esta localidad se una al río Deva, que forma en su desembocadura la ría de Tina Mayor, lugar por el que pasamos por la mañana pero que ahora no llegaremos al desviarnos siguiendo nuestra ruta hacia Merodio, Casamaría, hasta el cruce del Puente del Arrudo, donde tomamos la dirección a Puente Nansa, llegados al cruce y en dirección a Carmona, nos encontramos con una señal de estrechamiento de calzada por obras, veo al compañero que me precede parado en el semáforo con las luces de peligro encendidas, un coche parado y una mujer que iba de copiloto en el coche que le increpaba desaforadamente, me asusto y trato de frenar rápidamente, con tan mala suerte que termino en el suelo, me levanto y me duelo del pie izquierdo, no obstante me dirijo hacia la gesticulante mujer y todo era que ella afirmaba que los que nos precedían se habían saltado el semáforo, dejamos a la loca gesticulante y doliéndome del pie y de un golpe en el pecho que me dieron los espejos. Después de despreocupar a mis compañeros interesados por mi estado, arrancamos para Cabuerniga, y arropado por ellos, poco a poco, moviendo el cambio con el talón, enfilo para subir Palambera y llegar a Reinosa al Hospital.
Así termina la odisea, me tratan de una rotura del dedo gordo del pie izquierdo y de las consiguientes magulladuras, que me dejan en Paro Motero el mes de agosto.
No quiero llegar al final de estas lineas sin antes agradecer a mis compañeros su preocupación en este día y en los días posteriores ¡Gracias amigos! espero disfrutar de muchas salidas en vuestra compañía.